Antes que nada debemos entender que significa la palabra idolatría para así poder comprender claramente lo que el Padre está hablando “1. Adoración o culto que se rinde a un ídolo, 2. Amor y admiración exagerados hacia una persona o una cosa.” La idolatría como podemos ver es rendirse a un ídolo, es adorar o hacer parte de tu cultura a un ídolo, que tiene por significado “Imagen a la que se adora y rinde culto como una divinidad en sí, y no como una representación de ella” los ídolos son representaciones de una deidad, sea imagen, sea estatua, sea estampilla, sea su nombre, cualquier cosa que representa a una deidad y se le adora como si fuera la deidad en si convierte a esto en ídolo a quien lo hace en idolatra.
La palabra nos enseña que el Padre nos habla fuertemente sobre la idolatría y nos deja en claro que no debemos ser participes de eso ni debemos formar representaciones ni de Él ni de nada, “No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios” Levítico 26:1, “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. ” Éxodo 20:4-5, “Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, esfinge de varón o hembra” Deuteronomio 4:15-16. El Padre aun se ha cuidado de no revelarnos su imagen para que el hombre no quiera adorar una representación suya y a través de eso nos alejemos de Él.
La idolatría tiene como base primordial la adoración, no busca absolutamente nada mas en ti que tu adoración, te hace rendirle homenaje, darle honor, darle gloria, darle respeto, hasta que este ídolo se transforma en parte de ti y de tu vida diaria. La palabra nos enseña que cuando Jesús estuvo en samaria y hablo con la mujer samaritana su conversación llego a un punto donde ella le pregunta al maestro “Señor, me doy cuenta de que tú eres profeta. Nuestros antepasados adoraron en este monte, pero ustedes los judíos dicen que el lugar donde debemos adorar está en Jerusalén. (Juan 4:19-20)” y el maestro le responde “Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos. Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. (Juan 4:21-24)”, RENDIRAN CULTO AL PADRE, ADORARAN AL PADRE, PORQUE ASI QUIERE EL PADRE QUE LE ADOREN, Jesús establece que el Padre anda buscando adoradores que le adoren a Él, no a representaciones de Él, no a imágenes, no a pensamientos que tengamos de lo que El puede ser, no a nuestras suposiciones de Él, sino que nos dice A EL y para adorarlo a Él debemos conocerlo.
Un día mientras adoraba El Padre me enseño que nuestra intimidad con El va mas allá que solo cerrar la puerta de nuestra habitación, cuando El nos llama a adorarle El nos pide que lleguemos al lugar donde solo El y nosotros tenemos acceso, un lugar donde si El se posiciona su gloria se manifiesta, me mostraba que este lugar se encuentra dentro de cada uno de nosotros, ese real lugar donde solo tú tienes acceso, ese lugar donde hablas contigo mismo, donde nadie escucha lo que tú dices ni nadie ve lo que sucede, un lugar donde si le damos apertura El Padre puede entrar y morar con nosotros realmente; podemos adorar en cualquier lugar en tu cuarto, en tu iglesia, en tu universidad, en un baño, en un autobús, en la calle y entrar a real intimidad con El si entras y dejas que El Padre entre a tu intimidad contigo, y mientras El Padre me enseñaba esto me decía hay muchos que no se arrodillan a imágenes, ni besan estatuas, pero su intimidad, su lugar intimo donde solo ellos tienen acceso está plagada de ídolos, internamente adoran lo que no saben, representaciones de mi, pensamientos de gloria, deseos de honrarme en sus propias fuerzas, amor por cosas buenas que me ha robado mi lugar, REPRESENTACIONES DE MI NO SON YO, mientras me decía esto me mostro mi lugar intimo y logre encontrar representaciones, pequeños ídolos que estaban en diferentes lugares y me decía saca la idolatría para entrar en comunión conmigo.
Si queremos que nuestra adoración alcance el nivel donde El se nos manifieste necesitamos primeramente hacer guerra contra la idolatría, debemos examinar nuestro corazón y escudriñarnos, dejar de adorar lo que no sabemos que estamos adorando y limpiar nuestra intimidad para Él, la palabra dice “¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? (1 corintios 6:19)” y como templo lo que se encuentre dentro de nosotros será lo que adoramos. El Padre busca adoradores que con su adoración produzcan revelación que nos lleve a gobernar, nuestra adoración determina nuestra posición, pero para alcanzar ser adoradores en espíritu y en verdad necesitamos dejar todo rastro de idolatría en nuestra intimidad, limpiar nuestro tabernáculo de representaciones y tener real conocimiento de quien es nuestro Padre y entrar con Él para morar.
Estamos en el tiempo de la adoración verdadera, debemos alcanzar el nivel para manifestar lo que este tiempo demanda, la adoración es creación y construcción de diseños y destinos debemos empezar a tomar nuestro lugar y ser efectivos, pero si deseamos alcanzar la plenitud debemos dejar atrás todo aquello que no nos deje llegar, la idolatría roba tu adoración, destruye tu intimidad y te hace esclavo pero tu adoración al Padre produce revelación de creación, construye tu destino y te da la libertad y el poder activar y manifestar, LLEGO EL TIEMPO DE ADORAR EN LA VERDAD, LLEGO EL TIEMPO DE CREAR.
Daniel Vargas Monge
"Reino, familia y Honor"